domingo, 16 de julio de 2017

¡Nos vamos de merendola!

¿A quién no le apetece una merienda en el campo con unos dulces tan esponjosos?



 ¿A que están para comérselos?




Es muy sencillo: hacemos unos cuantos pompones de lana de distintos tamaños y colores, compramos unos moldes de magdalenitas de silicona (los de papel se rompen con mucha facilidad) y los pegamos en el fondo de los mismos. 
Preparamos algunos adornos, bien de tela o bien con abalorios (dependerá de la edad de los niños/as que jueguen con ellos, por seguridad) y los pegamos o cosemos, lo que nos sea más cómodo. (La galletita es de Imaginarium, ya que en principio sólo pensé en hacer magdalenas).
   Por último: la bandeja se realiza con trapillo, ya sabéis: esas tiras de algodón que vienen en madejas recicladas sobrantes de la fabricación de ropa. En mi caso, es un resto que me quedó de una pelota tipo Montessori que hice hace un tiempo.
Está realizada a ganchillo con punto bajo, salvo las asas que van a cadeneta, es muy coqueta por el color (rosa pastel con lunares  fucsia).    Personalmente, os aconsejo que estas madejas las compréis en tiendas especializadas ya que en el resultado final se va a notar y mucho. 

   Bueno, espero que os guste esta idea, los próximos dulces quiero hacerlos de tela. Seguramente, también estarán deliciosos, aunque posiblemente den más trabajo.